Micro comentario sobre: “La fundamentación de la didáctica”

Para Pansza et al “Las instituciones son algo que crean los hombres y en el poder colectivo que crean está el germen de su propia transformación. Esto implica un pronunciamiento contra las posturas mecanicistas de la educación, que quitan al hombre la posibilidad de transformación de sus instituciones de trabajo.” En algún momento alguien me enseño que la única constante que existe es el cambio, y como no, si la naturaleza del ser humano es cambiante, evolutiva, transformadora en oposición al estatismo, por tanto la escuela como concepto y producto cristalizado en su institucionalización no puede sustraerse a su propia evolución.

En esta misma línea de pensamiento, en donde la actividad del individuo tiene como premisa la perfectibilidad, resulta impensable la educación meramente mecanicista.

De tal manera que: “La formación didáctica de los profesores es de vital importancia para lograr la transformación de la labor docente que realicen en las instituciones educativas, pero es insuficiente en sí misma si dicha formación deja a un lado el cuestionamiento permanente de la escuela misma, su organización, sus finalidades implícitas y explícitas, sus currículos y formas de relación.” Coincido con los autores, recuerdo el bachillerato de mi juventud, una institución hermosa arquitectónicamente, bien equipada, talleres y laboratorios amplios, personal calificado, edificada para servir a la región Ciénega de Chápala y sus alrededores – que pudieran costear su acceso – y el Colegio de mi diario vivir, chiquito en infraestructura, pero accesible a la población, ese es su merecimiento.

La generación de competencias en el desarrollo social

_________________________________________________
En la visión de Marcela Chavarría Olarte,
Ángel Díaz Barriga y John Naisbitt
______________________________________
´
INTRODUCCIÓN

El tema de la formación sustentada en competencias no es ajeno a controversias profesionales, en el campo de la educación la Dra. Marcela Chavarría Olarte, el experto Dr. en Pedagogía y mexicano, Ángel Díaz Barriga y el futurólogo estadounidense, John Naisbitt aportan opiniones coincidentes algunas y otras con un enfoque diferente.

En este ensayo se comentara algunos puntos de vista de los autores, de manera que su estudio y análisis fortalezca la visión propia.

¿Para qué sirve educarse bajo el enfoque de las competencias en la era de la información?

El crecimiento acelerado del mercado de las telecomunicaciones y desarrollo de software necesariamente conlleva a plantearse nuevos paradigmas, los efectos nocivos de la contaminación ambiental y el calentamiento global aportan lo propio.

Lo que ayer era una verdad inamovible hoy ha sido desfasado.

Pudiera entenderse como una repintadita a las estructuras ya conocidas para que parezcan nuevas.

O bien, significa la posibilidad real de aprender nuevas formas de “aprender”, tomando para ello lo nuevo y lo viejo, los adelantos tecnológicos - sin olvidar las tradicionales formas de escribir, de comunicar -, las exigencias del mercado laboral.

Pareciera que se intenta librar una batalla con los tenedores del capital, pero, me pregunto: ¿no nos preparamos para un día ser productivos? A caso los estudios y desvelos están disociados del deseo natural de alcanzar un mejor nivel de vida.

Si así fuera, ¿cuál es la razón para eliminar a los dueños del capital de la vida académica? Pregunto.

Marcela Chavarría Olarte en su artículo Megatendencias en la educación frente al tercer milenio dice: “Siempre se ha tenido claro que el profesionalismo dedicado requiere actualización constante. Sin embargo, hoy día los contenidos de estudio se hacen obsoletos antes de egresar de la universidad. El título profesional que se recibe no representa ya un conjunto de saberes que se domina para ser aplicados en situaciones conocidas, sino un conjunto de competencias profesionales para aplicarse a la solución de problemas variados en situaciones impredecibles.”

John Naisbitt aporta en su obra Megatendencias: “En los tiempos que corren, además del trabajo físico debe evaluarse el conocimiento intelectual y el impacto de las tecnologías de la comunicación en la reducción de costos. La posibilidad de permitir interactuar o concretar negocios instantáneamente soluciona problemas distributivos en transmisión de mensajes. El correo de continente a continente podía tardar días. Hoy el correo electrónico permite propalar la misma comunicación en segundos. Los sistemas de combinación de información que integran el teléfono, el satélite y las computadoras se han constituido en una plataforma informativa insuperable que transmite datos e interacción instantánea entre quienes se conectan.”

Y Ángel Díaz en su obra El enfoque de competencias en la educación. ¿Una alternativa o un disfraz de cambio? sostiene: “En los últimos diez años, esto es desde mediados de la década de los noventa, en el campo de la educación se pueden encontrar muy diversas formulaciones y expresiones en torno al tema de las competencias,1 entre ellas destacan: formación por competencias, planes de estudio basados en el enfoque por competencias, propuestas educativas por competencias. De esta manera, la perspectiva centrada en las competencias se presenta como una opción alternativa en el terreno de la educación, con la promesa de que permitirá realizar mejores procesos de formación académica.”

Para Chavarría Olarte cuando un estudiante de nivel profesional egresa el conjunto de saberes no lo posibilitan para desempeñarse de acuerdo a la realidad, sus saberes, aquello que estudio en tercer año de facultad, en la práctica profesional ya no encuentra aplicación.

Si esto mismo lo bajamos al nivel medio superior, el bachiller, si sus saberes sólo se concentran en la acumulación y repetición conceptual corre el mismo riesgo que el profesionista, que la ola de la modernidad los barra (Tofler, 1979) y por consecuencia la inserción en el mercado laboral sea difícil.

Sus saberes no corresponden a las exigencias de la realidad.

Siguiendo esta misma línea de pensamiento Nasbitt señala “La introducción de tecnología es imparable, no hay posibilidades de detener el desarrollo y la evolución que implica la informatización. Sin embargo, pese a su desarrollo, la tecnología no avanza en línea recta, es decir, no caben predicciones que supongan la desaparición de otras tecnologías aparentemente más atrasadas. Muchas veces ambas pueden convivir armoniosamente.”

Dado lo anterior la visión de Olarte en cuanto a la necesidad de egresar con una formación que permita al educando, profesionista responder ante cualquier situación (competencia) que se le presente toma mayor vigencia, sin implicar la muerte de los saberes, de las formulas viejas, por el contrario la coexistencia será una consecuencia natural (Nasbitt, 1982).

En tanto que para Díaz Barriga el enfoque por competencias no es otra cosa que una moda.
La que vista desde la perspectiva centrada en las competencias es presentada como la opción correcta en el terreno de la educación y promete la realización de mejores procesos de formación académica…”

De tal manera que solamente se queda en el nivel de una oferta. Ello pudiera ser así de preciso, pero podría suponer la oportunidad para que el egresado (independientemente del nivel académico que concluya) convierta esa promesa en una realidad.

Que aplique las herramientas con las que se fue equipando para que aquello que parece inalcanzable sea fácilmente asequible.

De manera que la perspectiva de obsequiar algo viejo por nuevo, incorpore ese mínimo elemento que la hace nueva.

Díaz apunta: “Cuando se observa la evolución del sistema educativo en México en los últimos cuarenta años se puede identificar que la innovación de la educación ha sido un argumento que continuamente se esgrime en los momentos de cambio, en las reformas educativas propuestas. Se ha creado un imaginario social donde lo nuevo aparece como un elemento que permite superar lo anterior, al hacer las cosas mejores.” ¿Ello como mero producto del imaginario social?


1 AGUT, S. y R. Grau (2001), “Una aproximación psicosocial al estudio de las competencias”, en proyecto Social, núm. 9.

Ese mismo imaginario social podría compartir lo expresado por Naisbitt en cuanto a que la aparición de lo nuevo no implica la desaparición de lo viejo, pudiendo por suceder – contrariamente - el perfeccionamiento de los saberes nuevos o la coexistencia fina entre ambos.
Díaz abunda sobre el tema “Efectivamente, la innovación atiende la necesidad de incorporar elementos novedosos al funcionamiento del sistema educativo; es el resultado de la evolución impresionante que han tenido las tecnologías, así como de las propuestas que se van elaborando en el ámbito de la educación y de la enseñanza, como consecuencia de los desarrollos de diversos enfoques de investigación en el ámbito de la pedagogía, la didáctica, la psicología, la comunicación, entre otras disciplinas.”

Pero señala dos riesgos ” Uno emana de un desconocimiento, una especie de descalificación de lo anterior en donde la innovación es percibida como algo que supera lo que se estaba realizando, lo que impide reconocer y aceptar aquellos elementos de las prácticas educativas que tienen sentido, que merecen ser recuperados, que vale la pena seguir trabajando.” ¿Por quién? Pudiera darse (que comparto) la interpretación en el sentido de que el conocimiento es el andamio en el que se sostiene lo viejo, el conocimiento perfeccionado con la incorporación de nuevos elementos supone un nuevo conocimiento sin desconocer su propio origen.

Y el otro emana de que “Necesitamos reconocer que la acelerada innovación se vuelve contra sí misma; desde una perspectiva interna a estos procesos —sobre todo en el ámbito tecnológico—, los ciclos de la innovación se acortan más cada vez.” Razón por la cual los viejos saberes, reitero, significan el punto de partida para su propia evolución.

De tal suerte que lo aprendido en términos de manejo informático en relación al manejo de un software en particular se vuelven viejos en el lapso que dura disponer al mercado una nueva versión. Pongamos por caso Word 20003 vs. Word 2007, ambos son procesadores de texto, su función primaria, esencial y natural en ambas versiones se mantiene, “elaborar textos de forma electrónica” no así los aditamentos, opciones de formato, edición que se van perfeccionando al incorporar un nuevo elemento.



CONCLUYO DICIENDO

Concuerdo con Díaz Barriga en cuanto a la presunta moda sexenal, en aquello de ponerle cada sexenio un sello personal a lo que es absolutamente nacional y permanente, la educación.

Si el tema de las competencias en la educación hará de los egresados ciudadanos críticos, propositivos, activos, cumplidores de sus obligaciones y exigentes con el cumplimiento de sus derechos al margen de que se obedezca a una tendencia mundial, sexenal o del color que sea, vale la pena intentar su culminación.

El dejar atrás la concepción de dependientes, menores de edad y caminar por el sendero de la autorrealización personal debe ser un objetivo de gran alcance, de mirada superior y compromiso colectivo e individual.

El enfoque basado en competencias - en tanto no exista otro mejor - puede ser esa fuerza votiva, transformadora que lleve a la madurez nacional.

Por otro lado el avance tecnológico es imparable, pero su óptima aplicación trae beneficios, incluso, en el cuidado del medio ambiente. Por cada correo electrónico que se envía, eliminamos el uso de papel, salvamos un árbol y evitamos el uso de la tinta, se reduce el consumo del líquido vital.

Reitero, vale la pena educar para saber qué hacer, con conocimiento y conciencia.




BIBLIOGRAFIA
CHAVARRIA, “Megatendencias en la educación frente al tercer milenio”, NAISBITT, DIAZ, “El enfoque de competencias en la educación. ¿Una alternativa o un disfraz de cambio?”. Publicado en: Docentes y programas de estudio, Buenos Aires, Aique, 1994, y Empleadores de universitarios: un estudio de sus opiniones, México, CESU/M.A. Porrúa, 1995.

La competencia de enseñar

Con entusiasmo y alegría inicio este ejercicio, la lectura del documento “Competencias que expresan el perfil del docente de la educación media superior” despeja varias dudas que como docente de un plantel pequeño, en todos los sentidos, tenía en relación a la falta de infraestructura y cómo esta carencia limitaba o hacía inaccesible la RIEMS. Cito el párrafo aludido del mencionado documento: “Por estas razones, la Reforma contempla apoyos diversos a los docentes y a su trabajo, como cursos orientados a su formación en el perfil que se incluye en este documento, inversiones en infraestructura y equipamiento y, más adelante, el desarrollo de materiales educativos, entre otros proyectos.”

Y explico mi entusiasmo, dado lo señalado el centro de trabajo donde laboro, requiere de laboratorio de usos múltiples (en donde se puedan llevar a cabo prácticas de las materias de química, física, biología, etc.), el contar con este espacio los alumnos podrán aprender y dar significado a los temas teóricos llevados a la práctica de las disciplinas comentadas. Eso significa que la reforma si contempla la inversión en infraestructura y equipamiento. Nuestros jóvenes se encontraran en igualdad de circunstancias con aquellos cuyos planteles si cuentan con laboratorios.

Del análisis que hace Concha Carbajo Martínez sobre la obra del escritor Philippe Perrenoud “Diez nuevas competencias para enseñar”, me llama la atención: “En el análisis que el autor nos presenta de una sociedad en crisis, con ausencia de valores, la concreción de competencias éticas se aprecia más como un ejercicio cercano a la utopía que como una tarea de consecución próxima.” Compartía esta visión pero también estoy convencida que la educación es la vía más segura para construir esa sociedad utópica que todos deseamos. Igualmente incita a la lectura de la obra.

En una escuela pública que ha de enseñar yendo contra corriente, afirmando una serie de valores que se contradicen con la realidad social, son competencias imprescindibles, o éticamente necesarias, la de prevenir la violencia en la escuela y en la ciudad y la de luchar contra los prejuicios y las discriminaciones sexuales, étnicas y sociales.

Concluyo citando el texto del mismo documento: “Y también saber desarrollar el sentido de la responsabilidad, la solidaridad y el sentimiento de justicia y el saber gestionar las reglas de la vida en común referentes a la disciplina.” Agrego: Cuando los cambios vienen por imposición encuentran rechazo inmediato, si los cambios provienen de un proceso planeado y consensuado florecen.

Comentario sobre el texto “Competencias profesionales del docente universitario”

En el texto se expresa: “En algún tiempo la formación universitaria se desarrollaba en lugares casi sagrados donde se valoraba profundamente la belleza, el silencio, la posibilidad de pensar, de debatir, de pasear con los maestros, etc.” Rescatar este pensamiento y volver al concepto de belleza y funcionalidad necesariamente deberá impactar en el nivel de aprendizaje del alumnado, así como en el desempeño del docente. Me parece que invita al trabajo un ambiente ordenado, limpio, estructuralmente atractivo y no así un ambiente de desorden, desaliño y estructuralmente simple, galeras.

En el documento, sobre el mismo tema se hace la acotación siguiente: “Pero esa tradición universitaria se ha perdido y las instituciones han acabado concediendo escasa relevancia a este aspecto del desarrollo de la docencia.”

Se diría que se ha considerado que el lugar y las condiciones en que se desarrolla el trabajo docente constituyen una variable secundaria y de escasa relevancia.

Sin embargo, los modernos planteamientos didácticos que, parten de fundamentos más ecológicos y más centrados en los procesos de aprendizaje, están volviendo a otorgar una gran importancia a las condiciones ambientales en que se desarrolla la interacción didáctica. La calidad de los espacios acaba teniendo una influencia notable en el nivel de identificación personal no sólo con el espacio en sí mismo sino con la propia institución a la que pertenece, en las alternativas metodológicas que el profesor pueda utilizar, en el nivel de implicación de los estudiantes, en el nivel de satisfacción de los profesores y alumnos (incluido el aspecto de bienestar-malestar que pueden provocar sus condiciones arquitectónicas y de mobiliario).”

Consecuentemente un espacio arbolado, con aéreas verdes y jardines en floración proveen al ambiente frescura e invitan a la retrospección.

Confieso que la oración: “Como suele decirse, saber es “tener la cabeza bien hecha, no bien llena”.” Me impacta y reafirma la concepción de que es pertinente un manejo adecuado de nuestro disco duro más que la memorización –que en estos tiempos vastos en información resulta imposible.

La Reforma Integral de la Educación Media Superior


Inicio el comentario sobre la RIEMS citando el primer párrafo del documento de trabajo:

`Cualquier reforma educativa que se realice debe contar con la participación de los docentes en tanto agentes de su implementación, lo cual implica la transformación de su práctica. Lo que no se modifica en la cotidianidad del aula no puede hacerlo la normatividad, es decir, el “deber ser”.´

En términos de administración los cambios, reformas, reingenierías, etc. para su adecuada implementación deben contar con la participación de todos los miembros de la organización, empresa o institución.

En el mismo contexto la resistencia al cambio se presenta como una consecuencia natural propia de la novedad.

Esta resistencia se transforma en fuerza impulsora del cambio cuando en la dinámica de “cambio” la información fluye en la misma dosificación y en todos los niveles, es decir, todos los miembros de la organización conocen, entienden y asumen la necesidad del cambio. Al igual que el objetivo y los beneficios que se desean alcanzar.

En términos de la educación “los agentes transformadores” habremos de ser los docentes. En una parte, si creo y asumo mi papel como protagonista, espero la participación en la misma línea y sentido de todos los que integran el subsistema COBAEM (Colegio Bachilleres del Estado de Michoacán).

Una tesis sobre la encomienda principal de la educación media superior en el actual contexto social y productivo es sin duda alguna la necesidad de articular en la diversidad a los distintos subsistemas de educación media (EMS). En el encuentro de los objetivos afines. Y con la meta de contribuir en la formación de personas con conocimientos y habilidades que les permitan desarrollarse de manera satisfactoria en cualquier ámbito de la vida.

Destacar y tener en cuenta que la edad para alcanzar el pleno derecho a ejercer los derechos político-sociales se alcanza justo al término de la enseñanza media, por lo que precisa el egresado contar con habilidades, destrezas, conocimientos que posibiliten su desempeño en el ejercicio de sus nuevos deberes y obligaciones, como lo que es, un mayor de edad.
En el contexto mundial, ya no tendencias globalizadoras, sino realidades. El bachiller no puede excluirse del perfil que como egresado bachiller se espera de él y que lo coloque a la par que sus congéneres en el escenario mundial.

Los principios en los que se basa la reforma son:

Reconocimiento universal de todas las modalidades y subsistemas del bachillerato
Pertinencia y relevancia de los planes de estudio
Tránsito entre subsistemas y escuelas

Del texto conviene tener presente el párrafo: “Quienes ingresan a la EMS tienen intereses y necesidades diversas en función de los cuales definen sus trayectorias escolares y laborales: para algunos éste es el último tramo en la educación escolarizada, para otros es el tránsito a la educación superior. En ese sentido, la escuela debe ofrecer las opciones necesarias para que los jóvenes satisfagan sus expectativas de preparación universitaria, laboral o ambas, según sea su interés.”

En la actualidad resulta casi imposible – en ciudades pequeñas – combinar los estudios con actividades laborales, dada la escasa o nula oferta laboral.

Me gustaría que unida a la reforma se considerara (en razón de la portabilidad en la educación media), la opción, al alcance del estudiante de poder migrar a otros centros de estudio, sin limitante de hospedaje, comida o transporte. Pero si con la obligación de un alto rendimiento. Y por supuesto la oportunidad de conjugar estudios con actividades de carácter laboral.

Considerando además: “La diversidad de preferencias profesionales y académicas, y la comprensión de que, para el caso de nuestro país, los jóvenes de la EMS se encuentran en edad laboral, debe reflejarse en la estructuración de planes de estudio flexibles. Hasta donde sea razonable, debe dejarse abierta la posibilidad de elegir itinerarios escolares propios, con el menor número posible de secuencias obligatorias."

Y dada la visión: Además de ser pertinente a las necesidades personales aquí planteadas, la EMS debe ser relevante desde el punto de vista social. Esto significa que el fortalecimiento del nivel debe colocar a las regiones y al país en mejores condiciones de desarrollo. La posibilidad de obtener ventajas en los mercados mundiales y nacionales radica en buena medida en la formación de personas que puedan participar en la sociedad del conocimiento: sólidas bases formativas, capacidad para aprender de forma autónoma a lo largo de la vida, y habilidades para resolver problemas y desarrollar proyectos, entre otros.

Resulta urgente reevaluar las condiciones específicas de cada centro de educación media superior, a manera de conocer de primera mano sus necesidades de infraestructura, su dotación permitirá el tránsito efectivo a la sociedad del conocimiento.

En relación al Marco Curricular Común (MCC) se plantea responda a tres cuestionamientos: “…ser el vínculo entre la educación básica y la educación superior, dar elementos relevantes para que quienes la cursan puedan desempeñarse como ciudadanos y, en su caso, en la educación superior, y responder a la necesidad de una buena parte de los estudiantes de prepararse para el mundo laboral.”

Busca también zanjar las diferencias entre el bachillerato general y el tecnológico. Constituyendo un bachillerato universal.